[...]Fue en un café de Retiro donde te acercaste a pedir monedas y yo te pregunté si querías sentarte. Eras uno de esos tantos que mendigan su inocencia como ángeles excluidos de algún cielo perverso y extraño. Desde luego, no me conocías, y me reconfortó compartir el encuentro. Porque vos, con tu corta edad, llevas la mirada envejecida por las atrocidades que, en breve tiempo, realizan en el cuerpo y el alma la devastación que traen los años.[...]
Y encerrado en este viejo estudio, sentado al borde de la cama, vuelvo a ver el dibujito de la casa que me regalaste, y que yo supuse que era la casa de tus sueños, con flores, pequeñas ventanas y cortinas, con una gran chimenea en el centro que largaba humo de colores, toda esa magia encantatoria de los niños aue ni la miseria parecia borrar.
He estado escribiendo estas lineas que probablemente nunca leerás; querría resguardarte de alguna manera. ¡que horror el mundo![...]
1 comentario:
1111111111111 es muy doloroso pero cierto,, ya t afanare el bookk,, te quiero broo ++++++ =)
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